lunes, 25 de enero de 2016

"Me inspiro en la mujer francesa elegante de los años 40-50". Elisabet Urpí, diseñadora de [eliurpí]



Fotografía cedida por Elisabet Urpí

Eliurpí es una firma de moda romántica y femenina, especializada en sombrerería. Elisabet Urpí, la diseñadora, junto con Nacho, su pareja, se encargan de llevar la marca. Sus prendas visten a una mujer elegante y cosmopolita, inspirada en la parisina de los años 40-50.

¿Cómo empezó “Eliurpí”?

La marca empezó hace cuatro años, aunque la tienda hico un año este mes de marzo. Al principio solo nos dedicábamos al tema de la sombrerería, y ahora ya vamos por la cuarta colección de ropa. Los sombreros son 100% hechos a mano, de principio a fin. Las prendas las diseñamos nosotros y hacemos el patronaje, aunque después las enviamos a un taller que colabora con nosotros a la hora de coser.


¿Qué estudios cursaste? ¿Y por qué te decantaste por la moda?
 
Estudié diseño en general: gráfico, industrial, de interiores… y después me especialicé en publicidad. Siempre me había interesado mucho el arte y mientras estudiaba hacia exposiciones de pintura. Durante unos años estuve trabajando en el sector de la publicidad, pero me di cuenta de que lo que realmente me gustaba era la moda y decidí tirar por este campo.
Mi abuela era una gran costurera, y creo que también me viene un poco de familia. La moda era algo a lo que yo me quería dedicar, pero en un primer momento no me atreví y tiré por el diseño publicitario, que tiene más salidas. 
Pero tarde o temprano acabas haciendo lo que querías en un primer momento. Lo que más me apasiona son los sombreros, aunque también me ha llevado el día a día. Jamás he estudiado sombrerería, en este sentido he sido autodidactica. Pero he conocido a mucha gente  que me ha guiado y enseñado este arte, el de hacer sombreros.

Fotografía: Marina Corral Roselló

Defínenos tu marca...

A veces me han clasificado como vintage, y yo creo que no. La marca no tiene un estilo vintage. Pienso que esta definición nos la hacen porque la gente de aquí recuerda el sombrero como algo antiguo, pero que realmente no lo es. En otros lugares el sombrero es un complemento más. Para mí el estilo de la marca es  muy romántico y femenino. Barcelona es una ciudad muy rápida, donde la gente va más a lo práctico y no se cuida tanto a la hora de vestir. También pasa porque es una ciudad donde no hace demasiado frio, y el sombrero suele estar asociado a ciudades con temperaturas bajas.  Podría ser un motivo. Pero poco a poco. La gente de aquí suele llevar más un gorro que no un sombrero, por lo que decía antes de la funcionalidad. El gorro puedes guardarlo en el bolso si hace falta, el sombrero no.



¿Cómo ves el panorama de la moda catalana?

Es complicado. Pienso que no hay muchas ayudas para la gente joven. Yo, por ejemplo, he iniciado el proyecto junto a mi pareja, Nacho, y lo hemos hecho solos, sin ningún tipo de ayuda. También pienso que los eventos que se celebran aquí sobre moda son muy poco internacionales y no te abren puertas a la hora de la verdad. Hay otras ciudades donde se valora más la moda. Por eso vale la pena ir, porque aunque el coste es más elevado vale la pena, ya que después tienes más salidas. Aquí todo es muy local y no puedes crecer demasiado. Esto también pasa porque no valoramos suficiente lo que tenemos. A veces valoramos más lo de fuera que lo nuestro, a mí siempre me ha pasado. Antes de abrir la tienda me costaba mucho vender mi producto y en el momento que lo empecé a vender fuera se me abrieron las puertas de aquí. Y es una pena tener que ir a vender fuera para que la gente de tu ciudad te tome en serio. Pero en general a todos nos pasa un poco lo mismo y los diseñadores de aquí estamos pocos valorados. Porque no hace falta salir fuera para encontrar gente con talento.


Por el momento esta es tu única tienda… ¿Pretendes expandir la firma?

Estamos intentando que la firma se venda en otros puntos de venda multimarca. No queremos tener diez puntos únicos de venta nuestros en la misma ciudad, pero si queremos encontrar sitios que nos interesen por el tipo de tienda. Ahora mismo estamos en contacto con una tienda italiana interesada en la marca. Nos queremos centrar más en expandirnos hacia el exterior, sobretodo porque nuestro cliente tiene un perfil extranjero: italiano, francés, inglés… 
Además, aquí no estamos pasando por un buen momento y cuesta mucho vender. Por eso creemos que en otras ciudades los locales sí que nos comprarían más. Aquí sí que tengo gente local que nos compra, pero gente que he ido ganando y ahora son clientes fieles. Pero no hay locales que compren esporádicamente, los que sí lo hacen de esta forma suelen ser gente de fuera.


¿Cuál es tu mayor inspiración? ¿Y tus diseñadores fetiche?

Me inspiro mucho en la mujer francesa elegante de los años 40-50.
Tengo muchos diseñadores de referencia. Chanel es uno, por el tema de los sombreros y por el cambio que supuso en la moda. Después Balenciaga. Tengo muchos libros suyos. Me inspira su estilo, las formas, la mujer elegante a la que vestía…  Pero claro, todo es muy de otra época, con mucho volumen en las prendas. Cosa que ahora has de vestir a una mujer elegante pero mucho más sencilla.

¿Y catalán?

No soy mucho del estilo de aquí, es el problema que tengo. Porque pienso que los diseñadores catalanes tienen un estilo “muy de calle”, porque aunque lo que yo hago también es de calle, a pesar de que la gente no lo piense, quizá es más “fino”. La ropa que se hace en la ciudad es más “peleona”, elegante a la vez, pero de otra forma.


¿Qué piensas del fenómeno Low Cost?

No lo quiero criticar, porque cada uno accede a lo que puede. Pero creo que todo el mundo debería ser consciente con aquello que compra. Cuando yo era estudiante solo compraba en H&M, porque era lo que me podía permitir. Todo el mundo ha pasado por etapas, pero has de saber aquello que estas comprando, dónde se ha hecho y quién lo ha hecho, para saber en qué inviertes tu dinero. Sé que nuestras colecciones no son accesibles para todo el mundo. Pero todo lo hacemos nosotros a mano, con materiales 100% naturales, y todo esto es un coste a valorar. Aquí, no creo que no se valore, simplemente que cuesta mucho ver todo el trabajo que hay detrás. Es muy diferente estar dentro y verlo, porque antes yo también veía mucha diferencia de precio respecto al Low Cost y las otras marcas, pero cuando estas dentro haces cálculos y te das cuenta de que Zara gana más con una prenda que yo con una. Entiendo que no todo el mundo sabe esto y tampoco tienen por qué saberlo, por eso yo intento explicárselo a mis clientes, para que sepan nuestra filosofía de trabajo.


¿Hacéis muchas tiradas por cada pieza de ropa? ¿O apostáis por la exclusividad?

No. No hacemos un gran tiraje, porque no nos gusta repetir los estampados. A principio de colección solemos sacar alrededor de unos nueve modelos y durante todo el verano y el invierno tenemos los mismo modelos pero con diferentes estampados. También lo hacemos para darle al cliente una especie de exclusividad, que vean que están comprando algo limitado.



¿Consideras positiva la experiencia en la 080 Barcelona Fashion como Pop Up Store?

Personalmente esperaba otra cosa. Esperaba que fuere una feria más internacional y me encontré que la gente que había era  muy local. Nos ha servido para cerrar acuerdos con algunas tiendas locales que ya querían vender nuestro producto,  aunque quizá estos acuerdos los podríamos haber cerrado igual. Pero lo que he echado de menos es eso, hacer contactos a nivel internacional, porque con gente de la ciudad ya lo puedes hacer la resta del año, y a fin de cuentas lo que esperas de estos eventos es expandir tu negocio a nuevas fronteras.
Creo que las Pop Up Stores están montadas como una venta al público normal, y para eso nosotros ya tenemos nuestra tienda. No fuimos allí con la intención de vender, de ser así hubiésemos traído coronas pequeñas de flores, que se venden fácilmente. En vez de eso trajimos toda nuestra colección, para mostrarla. 

¿Es difícil vender en el exterior?

Nuestra experiencia en París ha sido buena. No nos costó porque el producto encajaba mucho. Si pudiésemos exportar nuestras prendas a ciudades donde se llevase mucho el sombrero o que coincidiésemos en estilo igual sería más fácil que aquí, porque en Barcelona todo funciona a depósito.  Es decir, tú cedes el producto a una determinada tienda y ellos te remuneran cuando hayan vendido el producto. En otras ciudades eso ni se lo plantean y, o te dicen directamente que no les interesa y no pasa nada, o sabes que todo irá sobre ruedas. Aquí todo el mundo te dice que sí porque saben que hasta que no lo vendan no te pagarán. A nosotros no nos gusta trabajar así, pero cuando estas empezando no tienes más remedio.
Lo difícil de vender en el exterior es encontrar los puntos de venta, pero más que nada porque no conoces el sitio, si no sería mucho más fácil que en la propia ciudad.



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2 comentarios:

  1. Siempre me han encantado los arreglos de flores y los sombreros de eliupi. Planeo hacer una sesión de fotos con cosas de ellos, veamos si es posible.
    Gracias por darme más información sobre su empresa :)

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  2. ¡A ti por leernos! También puedes ver en esta entrada el vídeo que hemos hecho de la tienda: http://hechoenbarcelona.blogspot.com/2014/03/descubre-eliurpi-una-firma-que-evoca_8580.html

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